El tono es de tal alarma que cabe preguntarse si el pan pronto pasará a ser un lujo que sólo unos pocos podrán permitirse. O si pizzas y pasteles terminarán siendo comercializados exclusivamente en el «mercado negro». Las advertencias son más preocupantes cuando se toma en cuenta que el trigo -que experimentó su mayor aumento de los últimos 37 años- no es el único cereal cuyo valor se ha incrementado.
Los productores de pan ya advirtieron que la sequía y los incendios que han destruido extensas áreas de cultivos en Rusia -el tercer productor mundial del grano- podrían obligarlos a revisar sus precios al alza. Y también se anticipan aumentos en los precios de la carne de pollo, cerdo y res, pues los cereales son un componente importante de su dieta.
¿Pero qué tanto debemos preocuparnos?
«Hacia arriba»
Como sucede con la mayoría de los productos del mercado, el precio del trigo es el resultado de la relación entre oferta y demanda. Así, la menor producción rusa en un momento en el que la demanda del grano de mantiene estable, probablemente hizo que un aumento de precios resultara inevitable.
«Podemos decir con toda confianza que el precio del trigo irá para arriba», le dijo a la BBC Neil Saunders, director de la empresa consultora Veredict Research. «Pero la pregunta que debe interesar a los consumidores es ¿por cuánto tiempo?», apuntó.
A mayor tiempo, mayor el impacto sobre el precio del resto de alimentos, explicó Saunders. «Pero, por el momento, no creo que estos precios vayan a subir mucho, gracias a la competencia entre los supermercados», dijo el analista poniendo como ejemplo el caso británico.
Un portavoz de Sainsbury’s -una de las principales cadenas de supermercados del Reino Unido- explicó que «para intentar minimizar el impacto de las fluctuaciones de los mercados suscribimos contratos de largo plazo con la mayoría de nuestros proveedores». «Esto nos da estabilidad y continuidad, no sólo a nosotros, sino también a nuestros clientes y proveedores», agregó.
Mirando hacia adelante
Además, aunque Rusia fue el tercer exportador mundial de trigo el año pasado, un factor crucial a tomar en cuenta será el volumen de las próximas cosechas de los otros grandes productores del grano. Si estas cosechas son mejores que de costumbre, entonces los precios globales podrían caer rápidamente. Y si la producción es menor de lo esperado, el valor del trigo podría terminar aumentando todavía más dramáticamente.
La realidad, sin embargo, no viene en blanco y negro. Las actuales proyecciones apuntan a muy buenas cosechas en Australia y Estados Unidos, debido a las excelentes condiciones climáticas. Pero Canadá ya advirtió que las lluvias torrenciales podrían afectar negativamente su producción del grano, una situación descrita por el director de la asociación de productores de trigo de ese país, Allan Oberg, como «devastadora».
Mientras tanto, en el Reino Unido, la Unión Nacional de Granjeros dijo que la cosecha se verá afectada por el fenómeno contrario, ya que el primer semestre del año ha sido el más seco desde la década de 1930.
Cosecha récord
A pesar de lo anterior, el analista de mercado de la consultora Macquaire, Alex Bos, sostiene que las reservas mundiales de trigo seguirán siendo «sólidas y amplias».
«En el momento todavía hay mucha incertidumbre en el mercado. Por ejemplo, la situación exacta de Rusia sólo se conocerá después de (la cosecha de) septiembre y octubre», dijo. «Pero no hay que olvidar que acabamos de tener dos de las cosechas más grandes de la historia. La de 2008 impuso un récord y la de 2009 fue la segunda más grande», explicó. «Como resultado, ahora hay amplias reservas globales de trigo. Las de Estados Unidos, por ejemplo, son las más altas de los últimos 23 años», añadió Bos.
«Precios exagerados»
Pero si los temores sobre la disponibilidad de reservas han sido exagerados, ¿qué ha causado el aumento del precio?
El analista independiente John Buckley responsabiliza a los especuladores. Es decir, a los inversionistas que han estado comprando grandes cantidades del grano con la esperanza de que los precios sigan aumentando, en parte debido a la menor disponibilidad producida por sus propias compras. «Este parece uno de esos casos en los que las acciones de los especuladores terminan anulando los principios de oferta y demanda», dijo Buckley. «Y el resultado es que el aumento del precio global ha sido algo exagerado», explicó.
Para Buckley, el valor todavía podría seguir subiendo en el corto plazo. «Pero no creo que la tendencia vaya a durar, incluso si Rusia reduce sus exportaciones», señaló. «Los especuladores esperan hacer algo de dinero con esto, pero algunos podría terminar quemándose», advirtió. Un factor de peso es que, aunque el incremento del precio del trigo fue el mayor en los últimos 37 años, los valores son similares a los registrados en la primera mitad de 2008. Es decir, no estamos en aguas inexploradas.
Presiones globales
A pesar de ello, tampoco conviene ignorar las tendencias de largo plazo que muestran las cifras de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). Según la FAO, el precio global de los alimentos ha aumentado en promedio un 83% durante los últimos diez años. Este aumento, según Saunders, ha sido el resultado del enriquecimiento de cada vez mayores sectores de la población en países como China, Brasil e India.
Y además del crecimiento de la población, también se debe tomar en cuenta la mayor demanda de biocombustibles (producidos con cereales) y el impacto del cambio climático sobre las cosechas. Estos factores generaron disturbios por la escasez de alimentos en varios países durante el 2008. Y aunque el actual aumento en el precio del trigo puede ser sólo coyuntural y un regreso a precios más bajos algo inminente, en el largo plazo la tendencia seguirá siendo al alza.
Fuente: BBC, Will Smale