Desde que las farmacias se han visto envueltas en el escándalo de “la colusión”, el gobierno y distintas entidades han entregado su diagnostico frente a esta situación. Se le ha catalogado como un fallo “vergonzoso y absurdo” y “una multa irrisoria”. Esto una vez conocida la multa de un millón de dólares a Farmacias Ahumada S.A. (fasa), luego de la conciliación acordada por la compañía con la Fiscalía Nacional Económica.
Martes, 02 de febrero de 2010
Por Juan Carlos Andrade Araya, Educación en consumo y Marketing responsable.
Toda esta situación y la falta de iniciativas claras por parte de legisladores y agentes del cambio, que apunten a una solución de fondo a este problema y no al evidente aprovechamiento con “campañas de marketing” que consideran desde la “restitución” hasta bajadas de precios, tanto en fasa como en Salco Brand y Cruz Verde. Hacen del debate un “tongo de mercado” que siguen aprovechando en desmedro del beneficio objetivo para los consumidores.
Luego de distintos estudios de precios realizado por el SERNAC, se constata que las cadenas de farmacias han vuelto a subir los precios y su comportamiento de mercado no a cambiado. Esto es normal y podríamos pensar que en una economía de libre mercado es obvio, “cada empresa pone los precios que le entre en ganas y los consumidores pagan lo que estén dispuesto a pagar tanto por posibilidades económicas como por la obligación que la necesidad que representa el conseguir ciertos medicamentos para la calidad de vida significa”.
Considerando lo anterior y las sanciones que el estado ha prometido para quienes se vean envueltos en este tipo de ilícitos, parece ser que no se está tomando en serio la aplicación de soluciones que afecten el fondo del problema.
En otros países como España, el modelo esta basado “en un sistema sanitario que contempla como una conquista social la universalidad, la equidad y accesibilidad del ciudadano a las prestaciones asistenciales y, en particular, al servicio farmacéutico y a su amplio arsenal terapéutico que se dispone en las oficinas de farmacia, a través de una distribución eficiente en todo el territorio nacional”.
No existen “marcas” para las tiendas, y los locales están distribuidos en la ciudad estando prohibido por ley estar a cierta distancia, es decir no se encuentran en una esquina a lado de otra como ocurre en Chile. Todas mantienen la misma estética es decir, no se diferencian.
Vale decir, la legislación española dice entre otras cosas:
1.- en relación con la ubicación de estos establecimientos, prohíbe que se abra más de una farmacia por cada 2 800 habitantes y prohíbe que una farmacia se encuentre a menos de 250 metros de distancia con respecto a otra.*
2.- en relación con la propiedad de farmacias, únicamente los farmacéuticos pueden ser propietarios y titulares de una farmacia abierta al público. Además, está prohibido que un mismo farmacéutico tenga en propiedad más de una farmacia al mismo tiempo.*
Si bien estas disposiciones en España tienen sus detractores, es bueno ver “en que fallan” y realizar las mejoras respectivas. Y ver la viabilidad en términos de ser aplicadas en otro estado.
La madurez de nuestros legisladores y líderes no está a la altura del debate y esta al parecer va de la mano con la madurez de nuestros consumidores. La situación fue una buena vitrina para discutirlo en serio, sin embargo solo se limito a ser un trampolín para los ejecutivos de Marketing y áreas comercial del tipo “VENGA HOY POR SU PRECIO OFERTA DE COLUSIÓN”.
(*http://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2004_2009/documents/cm/766/766492/766492es.pdf)