La falta de inversiones en seguridad tecnológica y la escasas revisiones periódicas a los cajeros automáticos que realizan los bancos son las principales razones que explicarían los masivos fraudes detectados la última semana contra clientes del sistema financiero, según denuncian los consumidores organizados y algunos parlamentarios.
La Conadecusseñala que la respuesta que entregan los bancos frente a los fraudes es «completamente insatisfactoria», por lo que recuerdan que varias entidades no respetan la normativa de hacerse cargo frente a los fraudes por internet o en tarjetas de crédito, dejando la responsabilidad al cliente, «lo que constituye un abuso».
RESPONSABILIDAD
Oponión similar es la que tiene el diputado Felipe Harboe (PPD): «Estamos en presencia de un abuso del sistema financiero, donde la falta de inversiones en tecnología y de revisiones periódicas permiten a terceros inescrupulosos llevar a cabo masivas defraudaciones del patrimonio de ahorrantes o cuenta corrientistas».
«No es justo que las instituciones financieras eludan su responsabilidad principal en este tipo de afectaciones patrimoniales y, por el contrario endosen en el cliente la responsabilidad de perseguir a los responsables y, peor aún, ahora le endosan la responsabilidad de prevenir a través de la suscripción de un seguro que debe pagarlo el propio cliente», sostiene.
REDBANC
Las quejas de Conadecus y Harboe también se dirigen a Redbanc, la empresa propietaria de los cajeros automáticos, que son blanco de adulteraciones, por parte de las bandas organizadas, para sustraer los datos de las tarjetas de crédito de los consumidores.
«Al no realizar las inversiones suficientes ni realizar las revisiones periódicas destinadas a evitar tales defraudaciones, existe un incumplimiento manifiesto del contrato suscrito de parte de la empresa que permite que terceros puedan –mediante diversos métodos- copiar, clonar o apoderarse de las claves de acceso de miles de clientes. En tales circunstancias entonces, la responsabilidad primaria por mal servicio corresponde a Redbanc, sin perjuicio de que ellos puedan a través de sus abogados ejercer las acciones contra quienes realicen las defraudaciones», explica Harboe.
VÍCTIMAS
Según el senador Eugenio Tuma (PPD), presidente de la comisión de Economía, “es inaceptable que frente a la vulnerabilidad de los bancos sean los clientes quienes tienen que pagar los costos contratando seguros contra fraudes. Es el colmo, los bancos tienen los costos más altos por cuentas corrientes, los clientes pagan las tasas más altas por las tarjetas y al final deben costear la seguridad de los propios bancos”.
Harboe agrega que son las propias víctimas de los fraudes las que están obligadas a realizar una denuncia ante la institución bancaria, para luego proseguir ante el ministerio público con la persecución penal.
«Probablemente deberá contratar un abogado para hacerse representar en el proceso y aumentar la probabilidad de descubrir a los defraudadores. Si adicionalmente desea obtener la restitución del monto defraudado, deberá iniciar una demanda civil. Es decir, estamos en presencia de una doble victimización: Primeramente por la ocurrencia del delito y luego por el propio sistema que le endosa toda la responsabilidad de la defraudación y además le obliga a incurrir en gastos de tiempo y recursos para perseguir a quienes lo defraudaron», afirma.